lunes, 4 de mayo de 2015

Manufactured Demand


La demanda manufacturada del agua embotellada comenzó en la década de los 70’s, cuando las compañías de bebidas refresqueras notaron que el crecimiento en la venta de sus productos se estaba estancando, pues el público se daba cuenta del daño que las bebidas gaseosas provocaban, por lo cual, las compañías decidieron comenzar a embotellar el agua. El reto al que se enfrentaban, era convencer a los consumidores de adquirir un producto que obtenían mucho más barato en casa, por lo que comenzaron a sembrar miedo en las personas, argumentando que el agua del grifo estaba contaminada, poniendo como “valor agregado” el previo proceso de purificación y calidad que ofrecían en su agua embotellada, por lo que los consumidores corrieron a comprar el producto, generando una demanda manufacturada, llamada así, porque no existía la necesidad.
La producción anual de botellas de agua en EU cuesta la misma cantidad de petróleo y energía con la que se llenaría el tanque de gasolina de 1 millón de automóviles, sin embargo, tomar una botella de agua requiere de aproximadamente 3 minutos, lo que conlleva al desecho de la misma, y por consiguiente, a otro problema: la acumulación de residuos. El 80% de las botellas terminan enterradas donde pasaran miles de años o bien son quemadas produciendo polución tóxica, el resto es ocupado para elaborar productos de menor calidad.
Mil millones de personas no tienen acceso al agua potable, mientras cientos de ciudades gastan millones de dólares para deshacerse de los residuos plásticos. Ese dinero podría ser aprovechado para la inversión en el suministro de agua potable de diversas ciudades, captación de agua en comunidades rurales o bien, para la colocación de bebederos de agua purificada.
Por otra parte, en promedio, un mexicano consume 163 litros de bebidas azucaradas al año, lo que contribuye a los índices de obesidad en el país, pues 7 de cada 10 mexicanos tiene sobre peso. A raíz de esto, en México,  se puso en marcha la iniciativa para que todas las escuelas de educación básica y media básica tengan bebederos de agua potable; el siguiente paso es lograr el acceso libre al agua en lugares públicos.


El Agua Embotellada en México



Actualmente, el consumo de agua embotellada, no sólo en México, sino en muchos de los países considerados como subdesarrollados, va en ascenso, siendo esto en algunos casos, más un nuevo estilo de vida que una necesidad real.
Quien ha tenido la oportunidad de viajar a los Estados Unidos o a algún país considerado como desarrollado, se podrá percatar que al momento de pedir en un restaurante o bar “agua simple”, le será servida en un vaso o copa, depende el lugar al que asista, ya que es casi seguro que ésta provenga del grifo o de “la llave”; lo anterior, debido al eficiente y seguro servicio del Gobierno para proveer este insumo. Mientras tanto en México, es muy probable que en el mismo caso nos ofrezcan una “botellita” de agua, costo que sumarán a nuestra cuenta.
Para sorpresa de todos, además de ser el país con mayores índices de obesidad, con un 32.8% de adultos con este problema, y el país que más bebidas azucaradas o refrescos compra, México también se coloca en el primer lugar, según la Beverage Marketing Corporation, en lo que respecta al consumo de agua embotellada con la adquisición aproximada per cápita de 248 litros por habitante al año, un poco más del doble que los Estados Unidos cuyo consumo es de 110 por cabeza.
Sin embargo, en un país, hablamos del nuestro por supuesto, donde el 9% de la población carece de acceso al agua potable y el mismo al que las Naciones Unidas ranquearon en el lugar 106 de 122 respecto a la calidad de este insumo, es comprensible que esta apremiante necesidad se haya convertido en un jugoso negocio.
Para sorpresa de todos, además de ser el país con mayores índices de obesidad, con un 32.8% de adultos con este problema, y el país que más bebidas azucaradas o refrescos compra, México también se coloca en el primer lugar, según la Beverage Marketing Corporation, en lo que respecta al consumo de agua embotellada con la adquisición aproximada per cápita de 248 litros por habitante al año, un poco más del doble que los Estados Unidos cuyo consumo es de 110 por cabeza.
Sin embargo, en un país, hablamos del nuestro por supuesto, donde el 9% de la población carece de acceso al agua potable y el mismo al que las Naciones Unidas ranquearon en el lugar 106 de 122 respecto a la calidad de este insumo, es comprensible que esta apremiante necesidad se haya convertido en un jugoso negocio, y vaya que es un negocio.
La francesa Danone y las estadounidenses Coca Cola y PepsiCo controlan 82% de las ventas de agua embotellada en México.
Las marcas de agua embotellada con más presencia son: Bonafont (adquirida por los franceses en 1985) del Grupo Danone, que recauda 38% de los ingresos que genera el rubro; Ciel de Coca Cola (que llegó a México en 1996), con 25% de recaudación y EPura (creada en 2004) de Pepsico, con 19%.
 También podos hablar del caso Peñafiel. La firma poblana creada en los años 20 cambió de nombre a Manantiales Peñafiel en 1958 y fue adquirida en 1992 por el grupo británico Cadbury Schweppes. Años después, tomó el nombre de Dr. Pepper Snapple Group.
Pureza Vital y Santa María de Nestlé, también envían sus ganancias a Francia. Santa María es producida por Water Partners Mexico, empresa conformada por Nestle Waters y Grupo Modelo. Esta última es quien distribuye el producto desde hace algunos años.
 Estas compañías, venden el agua por aproximadamente 9000 veces más cara el agua a su precio original. Según el Sistema de aguas de la Ciudad de México (SACM), el costo el agua por metro cúbico es de tres pesos y por garrafón ni siquiera le llega a la tercera parte de esa cantidad.

Fuentes:
http://www.ocio.net/wp-content/uploads/2014/02/agua20121.png
http://www.enlacemexico.info/index.php?option=com_content&view=article&id=5940:el-agua-embotellada-aun-mejor-negocio-que-los-refrescos&catid=69:monkey-business&Itemid=110